Como nació Canarii

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9/3/20254 min read

🌋 Cómo nació Canarii · Islas Canarias

Fecha: 2025-06-02 19:55:58

La canción de los hijos de la Madre Viva

Todo empezó con una intuición:

Las Islas Canarias no son solo un lugar.

Son un eco vivo de una historia olvidada.

Y esa historia tiene nombre de madre.

Entre los valles y las montañas, entre los alisios y el fuego antiguo, algo susurra: los Canarii no llegaron por azar. Fueron guiados.

Vinieron con un saber antiguo, con un vínculo con lo sagrado que no se basaba en la conquista ni en la escritura, sino en el silencio y la resonancia interior.

Y desde ese eco profundo —desde esa madre viva— surgió la canción.

🌸 Tanit y Tara: las dos caras de la Madre Viva

Para entender el alma de esta melodía, hay que mirar más allá del mar.

Concretamente, al norte de África, en la antigua Cartago.

Allí, la diosa Tanit era adorada como Madre celestial: dadora de vida, reina del cielo, protectora del pueblo.

Su símbolo —triángulo invertido coronado por un círculo o una barra horizontal— no era un adorno. Era una enseñanza: una figura receptiva, abierta, capaz de sostener lo invisible.

Pero Tanit no se quedó allí. Su esencia cruzó las aguas.

En Canarias —y en especial en Gran Canaria— resuena el eco de otra figura femenina sagrada: Tara.

Aunque los registros escritos sean escasos (como lo fue toda su cultura), el nombre Tara aparece ligado a Telde, a cuevas ceremoniales, a lugares donde el tiempo parece detenerse.

Tara no es solo un nombre.

Es un principio.

Puede entenderse como la resonancia insular de Tanit, o como su transformación volcánica: una madre que no se impone, sino que sostiene.

Una energía espiritual que no exige, sino que espera.

Una fuerza que no ha muerto, aunque hayamos olvidado su nombre.

En la tradición tibetana, Tara es también la compasión iluminada: la energía que actúa desde la dulzura, no desde el dominio.

Lo mismo que emanaba de las antiguas Tanit y Tara, pero desde otra montaña del mundo.

Y así, de Tanit a Tara, de la costa africana al corazón volcánico, se fue gestando el símbolo central del himno: el triángulo invertido como portal a lo sagrado.

🪨 Risco Caído: el descenso que transforma No es una metáfora.

En Risco Caído, hay un descenso real.

Se baja a una cueva. Pero no es cualquier cueva: es un templo que conversa con el cielo.

Allí, durante los equinoccios y solsticios, un rayo de sol entra con precisión milimétrica e ilumina figuras grabadas en la roca: triángulos invertidos.

Esa luz no solo alumbra: activa un símbolo.

Muchos lo han descrito como un observatorio astronómico.

Pero es más que eso.

Es lo que Jung llamaría un espacio arquetípico.

Y lo que Shri Mataji llamaría un lugar de manifestación espontánea del espíritu: un swayambhu.

¿Por qué importa el triángulo invertido?

Porque no representa ni un órgano ni un género, sino una cualidad espiritual profunda:

🔻 Recepción sin resistencia.

Contención sin control.

Silencio que revela.

Carl Jung lo entendió como símbolo del alma en su disposición más abierta.

Del inconsciente fértil.

De la psique lista para lo numinoso.

Shri Mataji lo señaló como el punto más denso y más sagrado a la vez: allí donde se inicia el despertar, sin esfuerzo, desde el fondo.

No en la altura, sino en la profundidad.

No por ascenso, sino por conexión.

Y eso es Risco Caído: un espacio donde la geometría, la luz y la tierra se alinean para facilitar algo que va más allá de lo humano: el tránsito hacia lo divino.

🔻 Tamaran: símbolo receptivo, no tierra fértil

Antes de llamarse Gran Canaria, la isla fue Tamaran.

Algunos relacionan el nombre con la palmera, pero hay algo más profundo que resuena en él:

Tamaran como estructura de acogida, como triángulo invertido espiritual.

No como un “vientre” en términos biológicos o fértiles, sino como un principio sagrado de apertura.

Tamaran no solo recibió a sus habitantes: sostuvo su silencio, su relación con el cielo, sus ceremonias con la piedra y la luz.

Fue el continente simbólico del alma guanche.

El alma que no habla en doctrinas, sino en símbolos.

Que no se basa en dogmas, sino en el conocimiento interno de que la tierra y el espíritu son una misma cosa.

🌀 El despertar del pueblo Canarii

Canarii · Islas Canarias no es solo una canción. Es un acto de memoria.

Una forma de recordar que los antiguos no eran primitivos ni ingenuos. Eran profundos.

Vivían sabiendo que lo sagrado estaba en la tierra y en el interior.

Cuando llegaron los conquistadores, las creencias cambiaron, pero el alma quedó.

Tara se volvió Virgen.

Tanit se disfrazó de María.

Pero el principio interior nunca cambió.

Y la canción lo recoge.

🔻 El símbolo que sí despierta

El triángulo invertido es mucho más que una figura: es un puente.

En todas las culturas aparece como símbolo de descenso, de entrega, de recogimiento.

Pero también de sabiduría interior y poder espiritual.

No es debilidad.

Es la puerta secreta por donde lo divino entra en lo humano.

Lo enseñaron los sabios antiguos.

Lo intuyeron los guanches.

Lo explicaron Jung y Shri Mataji, desde distintos lenguajes, pero con la misma dirección:

Solo desde el fondo puede brotar algo real.

Solo desde el silencio puede emerger la transformación.

🔥 Una canción, un puente

Este himno es un canto al despertar.

Desde Tamaran, la isla receptiva, hasta Tenerife, la montaña elevada, pasando por cada isla que guarda un fragmento del misterio.

La canción recorre el viaje del alma guanche:

Sentir la llamada de la tierra Escuchar en el silencio Despertar en profundidad Y comprender lo que siempre estuvo ahí:

El Reino de los Cielos no está arriba. Está dentro.

Sin credos.

Sin religiones.

Solo verdad vibrante, como las piedras cuando el sol las toca.

🎧 Escúchala aquí:

🔗 Canarii · Islas Canarias (YouTube Music)